- El resultado de las próximas elecciones tanto en México (1 de julio) como en Brasil (1ª vuelta 7 de octubre) es todavía incierto y podría aportar volatilidad en estos mercados en los próximos meses ante la posibilidad de que acceda al poder una fuerza política con perfil populista que pueda dar un giro a las políticas reformistas en esos países.
- Hasta el momento, en México se está cotizando la incertidumbre respecto a la posible renegociación del NAFTA y, en el caso de Brasil, la mejor evolución económica y la caída a mínimos históricos de los tipos de interés. Según se acerquen las elecciones en ambos países estaremos atentos al posible repunte de la volatilidad.
- En México lidera las encuestas López Obrador, con perfil populista de izquierdas, aunque ha rebajado el tono de su discurso en las últimas semanas. La coalición que lidera Anaya (centro dcha) sería mejor recibida por el mercado. La coalición que acoge el PRI por ahora parece fuera de juego, tras haber decepcionado el Gobierno actual de Peña Nieto.
- En Brasil, el descontento por la corrupción podría abrir camino a Lula (perfil populista de izquierdas), que actualmente lidera las encuestas. No obstante, su candidatura está en serio peligro por su situación judicial. Su tirón de popularidad podría ser aprovechado por otro candidato de su partido, opción que no sería bien acogida por el mercado. El candidato que ahora mismo sigue a Lula es Bolsonaro (considerado populista de derechas) y, aunque desde el punto de vista económico se está inclinando hacia el liberalismo, su pasado más proteccionista siembra dudas respecto a su programa económico. El favorito del mercado previsiblemente será el que se presente por el PSDB (podría ser Alckim).
- En los próximos meses será relevante seguir la evolución del panorama electoral en estos países, donde muchos valores españoles tienen una exposición relevante.
México – el NAFTA y las elecciones del 1 de julio, marcarán el calendario
- La sexta y, en principio, penúltima ronda para renegociar el NAFTA terminó con un tono más positivo que las anteriores, aunque parece prematuro confiar en que podrían finalizar con éxito tan pronto como pretenden (marzo de 2018). Una de las razones para establecer marzo como fecha límite para tener cerrado el acuerdo es que quizá a ninguna de las partes les interesaría prolongar las negociaciones ante las elecciones que se celebrarán en México en julio, y donde el presidente resultante podría tener un perfil menos pro mercado que su antecesor y con un enfoque distinto al de los anteriores negociadores, lo que podría complicar todavía más el proceso negociador.
- En las elecciones del 1 de julio, en México elegirán a su nuevo presidente, al Congreso (Cámara alta y baja) y a nueve gobernadores. Siendo un país presidencialista, la atención principal de los mercados internacionales se centrará en la elección del presidente. No hay un resultado claro todavía, aunque López Obrador (perfil de izquierda con discurso populista) suena como un candidato con muchas posibilidades, aunque si en vez de por el candidato, en las encuestas se pregunta por los partidos, la coalición ganadora sería la de Anaya (perfil de derecha). Esto puede ser porque no todos los electores de los partidos de la coalición que lidera Anaya estarían dispuestos a votarle a él, o porque el nombre que más conocen los mexicanos es el de López Obrador y es lo que hace que sea el que más intención de voto ostenta en este momento (es candidato por tercera vez y frente a Peña Nieto el resultado estuvo muy ajustado en 2012).
- López Obrador lidera la coalición de izquierdas y es la opción que, en principio, peor acogida tendría por el mercado (ya se demostró así en 2012). Las propias agencias de calificación crediticia consideran la posibilidad de que López Obrador pueda ser presidente como uno de los principales riesgos para la economía mexicana. Los riesgos que destacan se centran en la política fiscal (aunque él niega que subirá los impuestos) y en que pueda revertir la inacabada reforma energética. Los medios mexicanos están alertando de la posibilidad de que López Obrador convierta México en una nueva Venezuela y es posible que esta campaña mediática pueda disminuir las posibilidades de este candidato. Anaya, del partido PAN (derecha), se ha coaligado con PRD (socialistas) y Movimiento Ciudadano, y sería la alternativa a Obrador con más opciones en este momento y que más gustaría al mercado porque el PRI ha decepcionado mucho en la última legislatura.
- Hasta el momento, en la renta variable y el peso mexicano está cotizando más la posibilidad de que pueda renegociarse o no el NAFTA que las elecciones, pero habrá que estar atento en los próximos meses a las encuestas y, en concreto, a las opciones de López Obrador y a cuál será la deriva de su discurso populista, que ya está moderando.
- Recientemente ha finalizado la precampaña -11 de febrero-, donde los candidatos se han dado a conocer a sus electores, y la campaña electoral comenzará el 30 de marzo. Hasta entonces, los partidos deberán mantener un perfil bajo (coincide con el teórico final de las negociaciones del NAFTA).
Brasil – Lula podría estar fuera de la carrera electoral liderando las encuestas
- En Brasil, la corrupción se mantiene en la primera línea del panorama político. Temer, el actual presidente, llegó al poder desde la vicepresidencia tras desalojar a su socia en el Gobierno Rousseff (sucesora de Lula, del PT, y acorralada por la corrupción). Ahora es él el que está perdiendo popularidad por supuestos casos de corrupción. Así, a pesar de que bajo su mandato se ha relanzado la economía y se han afrontado reformas de calado orientadas en gran parte a la privatización de empresas estatales, las posibilidades de Temer como candidato para las próximas elecciones del 7 de octubre son prácticamente nulas. Ha perdido respaldo en el Congreso y lo previsible es que no pueda sacar adelante nuevas reformas (la reforma de pensiones no ha salido adelante, lo que le ha valido a Brasil una rebaja en la calificación crediticia -S&P-).
- En este contexto, y a falta de cerca de seis meses para que se presenten los candidatos oficialmente (agosto), no es posible predecir un resultado claro de cara a octubre. En este momento, las encuestas dan como ganador claro al ex presidente Lula, que lidera el PT, opción que, en principio, sería la que menos gustaría al mercado. Lula se ha embarcado ahora en un proceso judicial para evitar su condena y tratará de alargar los plazos todo lo que pueda para que el candidato del PT que finalmente se presente pueda beneficiarse de su actual popularidad.
- Elecciones 7 de octubre, posible 2ª vuelta 28 de octubre. ¿Qué partidos se presentan y qué candidatos se barajan?:
- PT: Partido de los Trabajadores (Lula da Silva, lo previsible es que no pueda presentarse). Su partido en el poder podría deshacer parte del camino reformista de Temer. Su victoria no sería bien acogida por el mercado.
- PEN (candidato, Bolsonaro). Ex militar y ultraderechista. De un perfil proteccionista quiere derivar a uno más liberal en lo económico. Se ha hecho muy popular gracias a su actitud políticamente incorrecta, de forma que incluso se le compara con Trump. El mercado estará atento a cuáles serán finalmente sus propuestas económicas.
- REDE (Marina Silva, fundadora –Centro izda). En las últimas elecciones se quedó cerca de acceder a la 2ª vuelta. Silva abandonó el PT y a los Verdes para fundar su propio partido, que consiguió un éxito inesperado en las elecciones’14.
- PSDB (el candidato más probable es Alckmin, ex gobernador de Sao Paolo). Partido de centro y que podría ser continuista de las políticas actuales. No descarta privatizar Petrobras y ha manifestado que Brasil no debe tener un Estado empresario. Esta sería, por el momento, la opción favorita del mercado.
- PDT (candidato posible: Gomes). El Partido Democrático Laborista solía ser partidario del PT.
- PMDB (Temer). Es el presidente actual y, a pesar del éxito económico, su popularidad es bajísima.
- No está nada claro quién resultará vencedor y prueba de ello es cómo se han movido las encuestas en los últimos años. La probable deshabilitación de Lula alimenta la incógnita. Las elecciones podrían aportar volatilidad a los activos de riesgo brasileños tras el buen comportamiento del último año (gracias a la economía y al recorte de los tipos de interés).
Exposición a México y Brasil de los principales índices
Exposición a México y Brasil en los valores cotizados españoles