El BCE logró la semana pasada que el anuncio de que en el 4T va a empezar a reducir el ritmo de compras de su Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés) no inquietase a unos mercados que probablemente temían un mensaje más duro tras el repunte de la inflación en la Eurozona hasta el 3% en agosto.
El anuncio resultó menos restrictivo de lo temido por estas razones:
- La expresión utilizada (“moderately lower pace”) sugiere que de compras mensuales de en torno a 80.000 M EUR puede pasarse a niveles de 70.000 M EUR, cuando el mercado probablemente anticipaba 60.000 M o menos.
- Lagarde subrayó que no se trata de “tapering” y que la economía no se ha recuperado aún de la pandemia.
- Lagarde señaló también que el repunte de inflación es temporal y, de hecho, las nuevas previsiones de inflación del BCE, pese a revisarse al alza, vuelven a situarse claramente por debajo del objetivo del 2% a partir de 2022.
- Lagarde reafirmó que los tipos de interés se mantendrán bajos mientras las perspectivas de inflación no alcancen o superen el objetivo de manera sostenible.
Además, el BCE retrasó la decisión sobre el final del PEPP de 1,85 billones de euros a diciembre. Consideramos probable que en esa fecha se anuncie el final del PEPP para finales de marzo y que a la vez se incremente y flexibilice algo el programa regular APP (actualmente, 20.000 M EUR al mes) para suavizar la retirada de estímulos cuantitativos a partir de esa fecha.
Nuestra confianza en que se podrá fin al PEPP al final del 1T22, siempre que se acabe de controlar razonablemente la pandemia, se refuerza por la revisión al alza de las previsiones de inflación y crecimiento del BCE, algo por encima de las de consenso (gráfico siguiente).
En cuanto a las expectativas de tipos, el mensaje de ayer contribuyó a frenar el avance de las últimas dos semanas y, como anticipábamos, contribuirá a mantener anclado el tramo corto de la curva. No esperamos subidas de tipos antes de 2023, pero tampoco nuevos recortes. Los tramos largos volverán previsiblemente a repuntar en las próximas semanas.
A la espera de los próximos anuncios de la Fed, el riesgo a corto plazo es de ampliación de diferenciales de rentabilidad a favor del dólar y de cierta apreciación de este frente al euro, si bien una baja aversión al riesgo, que la Fed intentará preservar, puede limitar estos movimientos.
Gráficos actualizados el 10 de septiembre de 2021